Para empezar la crónica de la salida a Sierra Nevada, programada para el fin de semana del 2 y 3 de febrero, comencemos por el principio de la semana, cuando todos los modelos meteorológicos daban una previsión de que un frente cruzaría y dejaría lluvia y nieve, fuertes vientos, pese a todo fue finalmente el jueves por la noche cuando ya dejamos previsto que intentaríamos hacer los previsto, aun cuando el viernes y el sábado aun tendríamos los efectos del frente. Quedamos finalmente a las 6 de la mañana en el Miramar de Fuengirola para salir hacia el pueblo de Lanjaron, donde comenzaríamos la ruta, tras llegar a Motril, la cosa no pintaba nada bien, durante la subida hacia Lanjaron comenzó a llover y podíamos ver como la zona de cumbres de la sierra estaba completamente cubierta de nubes. Tras aparcar y desayunar en el pueblo, aprovechamos una pequeña tregua, después de preparar todo el material, comenzamos la subida hacia el refugio de Tello, la ruta comienza desde el propio pueblo de Lanjaron, empezamos remontando una fuerte subida entre cortijos para poco a poco ir tomando altura por el barranco del río Lanjaron, durante esta parte nos comenzó a nevar y aunque estábamos a resguardo de los fuerte vientos que azotaban las cumbres, el aire también se dejaba notar.
Llegados al refugio de Tello, una parada para reponer fuerzas y ver cómo íbamos a plantear la situación, ya que los vientos en las cimas eran cada vez más fuertes, así que decidimos quedarnos en Tello y al día siguiente madrugar y ver como seguía la situación. Aprovechamos la tarde para escalar en tronco y hacer un buen fuego en la chimenea del refugio y contar historias de montaña.
La tarde fue bastante desapacible, con fuertes rachas de viento y al mirar hacia las altas cumbres aún se notaba que estaban completamente bajo una espesa niebla, y el termómetro marcaba -8ºC, así que continuamos quemando madera para mantener algo confortable el interior del refugio.
Tras una noche agradable, madrugamos y nos encontramos que la situación no había remitido aún, y que continuaba el fuerte viento, así que nos quedamos en el saco, ya al amanecer y desayunar comprobamos que el viento por fin paraba y aunque tarde decidimos adentrarnos hacia las cumbres e intentar subir a Peña Caballera, consiguiendo llegar y después nos colocamos los crampones para descender por una gran pala de nieve, continuar por la senda y regresar al refugio y tras una pequeña para continuar el descenso y llegar a Lanjaron. Un gran fin de semana aunque la montaña no nos dejase hacer lo que teníamos previsto en un principio, pero la seguridad es lo más importante y las montañas siempre estarán hay esperándonos.
Agradecer a Antonio Villalba e Ismael González por la organización de la ruta, y a los demás Esau, Lourdes y Alexandra por los buenos ratos compartidos.