Como estaba previsto, los socios del club cubrimos las plazas que nos habían concedido para la concentración de Barrancos, que este año se celebraba en la Sierra de Castril en Granada, cerca del limite entre Jaén y Granada y lindando con el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.
Llegamos en varios grupos, y tras la inscripción, nos acomodamos en el camping, lugar central de la concentración, situado en las inmediaciones de casi todos los barrancos propuestos por la organización, tras lo cual cenamos y pronto nos fuimos a los sacos, ya que al día siguiente nos tocaba madrugar y tendríamos un día largo de barrancos.
A la mañana siguiente y tras algunos problemas de organización, conseguimos fijar un par de barrancos para el día, desayunamos y preparamos el material, y salimos hacia nuestro primer barranco, el Barranco del Buitre.
Finalizado el primer barranco, comimos algo ligero y nos dispusimos a continuar con el siguiente barranco, el Barranco de la Magdalena. Rápidamente llegamos a la zona desde donde partía la ruta que nos acercaría al barranco, tras remontar una senda llegamos a una larga pedrera desde donde se veía la salida del barranco, pensando que no podría ser tan corto, seguimos remontando la pedrera hasta su parte superior, unos 300 metros de desnivel, y tras llegar arriba comprobamos que no había ninguna entra al barranco, continuamos algo más y finalmente desistimos, regresando al coche y dándonos posteriormente un baño en el río.
Finalizado el día, regresamos al camping, donde se estaban celebrando conferencias y charlas, tras la cuales llego la cena y posteriormente un sorteo de regalos, de los cuales no llevamos algunos.
Al día siguiente, y tras ver la organización que sufrimos el día anterior, nos organizamos mejor para conseguir hacer el Barranco de Túnez, el cual estaba muy solicitado, consiguiendo el objetivo, desayunamos, recogimos todo el campamento y partimos sin demora al barranco, usualmente la gente hacia la parte final del barranco, nosotros decidimos hacerlo en su totalidad aprovechando el sendero que parte hacia el pico Empanadas, el más elevado de esta sierra, y que en un momento dado nos metía de lleno en el barranco. Disfrutamos de las vistas y un sendero espectacular y casi sin darnos cuenta ya estabamos en el barranco, en el primer tramo era más bien un paseo con algunos destrepes y ya en su parte final comenzamos algunos rapeles, hasta llegar al tramo más transitado donde ya los rapeles sí eran considerables.
Y tras finalizar el barranco, regresamos al camping donde tomamos algo y partimos de regreso a Fuengirola. Un fin de semana espectacular donde disfrutamos de un ambiente montañero, muy buen rollo y buenos barrancos en un entorno fantástico. Agradecer especialmente a Alex Macías, que aunque no pudo venir, fue el artifice de que el resto disfrutase de esta experiencia; Y a Antonio Villalba por su dedicación y buen hacer antes y durante todo el tiempo.