Subida al Puig Major – Septiembre 2019

Aprovechando el viaje familiar a Mallorca que realizamos a principios de septiembre, decidimos subir el techo de las Islas Baleares.

Pudimos disfrutar también de algunos de los muchos encantos de la isla.

* Atardeceres:
 
Mhares Sea Club
Acantilado S’Escorxador
* Cuevas:
del Drach
dels Hams
* Playas:
Es Trenc
Formentor
* Miradores:
 
Es Colomer
* Palma:
Catedral
Cubierta Catedral y Palacio Real de la Almudaina
Castillo de Bellver

Dadas la pésimas previsiones meteorológicas tuvimos que adelantar un día la ascensión al Puig Major para garantizarnos buen tiempo; no sin antes tener que realizar, una intensa conversación con los hijos para cambiar el planning.

Tuvimos que madrugar para estar antes de las 8 de la mañana en el llamado Pie del Funicular – una explanada en la carretera que baja a Sa Calobra; donde en los años 20 se proyectó hacer un funicular hasta la cumbre, gracias que no se llegó a construir –. Aquí iniciamos una subida hacia el W hasta el Porxo Esbucat y podemos hacernos una idea de las tres trepadas que tenemos que hacer en la Serra Na Rius.

Salida de la de primera trepada.

Llegando a la segunda.

Viendo la tercera trepada.

Ahí está el paso.

Una vez en la cresta tenemos unas vistas espectaculares. Ya divisamos nuestro objetivo.

Observando la Coma des Ribell; por donde bajaremos después.

Acercándonos a la grieta del paso de Sa Pomera Borda.

Gracias a este manzano la subida por la grieta se hace menos complicada.

Aunque hay una cuerda, la piedra está en muy buenas condiciones para ir buscando los agarres e ir superando la grieta.

Aún nos queda una buena trepada, bastante vertical y equipada con un cable de acero. Aunque como pasó con la cuerda anterior, la piedra nos ofrece suficientes agarres.

Un vistazo hacia atrás.

Una vez en la última cresta tenemos una vistas espectaculares de la parte NE de la isla.

Después de dos horas y media; algo más de 800 metros de acumulado positivo ya estamos en el vértice del Puig Major (1414 m).

La cima más alta de éste (1436 m) se encuentra vallada por las instalaciones militares.

Ya la sólo nos queda seguir la cresta hasta las mismas y bajar por la Coma des Ribell que está debajo de las bolas.

Al principio la pedrera al ser tan empinada se hace divertida.

Pero al cabo de un rato y viendo lo que queda aún de bajada, la cosa cambia.

Las rodillas empiezan a notar la fuerte pendiente y lo suelto del terreno.

Tras casi dos horas de interminable bajada llegamos al Camí des Bini y podemos contemplar toda la magnitud de este impresionante paraje.

En algo menos de cinco horas ya estamos de vuelta al coche, una vez completado el rodeo a la sierra que hemos subido horas antes.
Agradecer la paciencia de mis hijos, puesto que tuvieron que esperarnos algo más de lo previsto debido a la dureza de la ruta. Pero al final nos mereció la pena a todos.
No quisiera olvidarme del cabo que me atendió tan amablemente; tanto por teléfono como por e-mail y que, por cuestiones logísticas de las fechas no pudieron concedernos el permiso para realizar la subida tradicional. Sin ello no podríamos haber disfrutado de esta ruta tan espectacular, exigente y montañera.
Y que decir de Lourdes… bueno, ya muchos la conocéis.
Un cordial saludo. Ismael.

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